lunes, 12 de marzo de 2007



"ZONA DE COMFORT"
Ese lugar tan cómodo, donde cada uno de nosotros quisiera vivir para siempre, es lo que podemos llamar nuestra zona de confort. Un lugar donde cuando menos para mí tiene una cama inmensa llena de cojines, unas suaves sabanas que acarician todo el cuerpo, un edredón acolchado y calientito, un libro de alguno de mis autores favoritos, con una taza de té al lado; Leer, dormir un poco más, oír la televisión al mismo tiempo, un rico baño ya tarde y al club, un poco de ejercicio, un chapuzón en la alberca, desde donde se miran el trafico, la gente con prisa, corriendo de un lado al otro con horarios marcados cronométricamente y yo disfrutando un poco mas de sol, solo un poco porque ya hay que ir por los niños, comer y regresar al club, tomar café, platicar con las amigas, leer un poco, regresar a la casa, revisar tareas, la cena y un poco de televisión y al hacer esta reflexión de la que alguna vez fue mi zona de confort la frase de “para siempre”, salta como un resorte en mi cabeza y me saca de mi sueño haciéndome recordar también otra parte de esa época de mucho tiempo libre para mí, obligaciones controladas y una grande, grande e insoportable monotonía que además tenia como compañía permanente una molestia, no pequeña, que me recordaba ese sentimiento de que mi vida pasaba por la sombras y que solo tenia como razón de ser la existencia de mi familia y yo, donde estaba, donde había abandonado mis sueños, mi propia razón de ser, me había convertido en un ser que no conocía y que muchos tampoco reconocían y esto, entre otras cosas, me hizo parar mi mundo, como diría Don Juan, y gracias a esto tratar de retomar algunas riendas que había soltado, incluso algunas las perdí, pero no todo fue desperdicio, hasta ese momento no tenia conciencia de haber gozado o siquiera vivido un lapso de mi vida en una “zona de confort” , tengo muy buenos recuerdos de lo que hasta ese momento viví , pero era mas un tiempo de sobrevivir que de vivir, y esa comparación y rescate de lo mejor de esas otras épocas me permitió emigrar a otro momento de mi existencia , una época que me costo mucho trabajo y esfuerzo construir, un lapso donde no existían tiempos de descanso, donde si no corría y cronometraba cada instante de mi tiempo, era un desperdicio, no era yo , tenia un sentimiento de correr y recuperar todo lo que sentía que había perdido, y ahí en este frenetico vivir encontré otra “zona de confort”, una que era totalmente distinta a la anterior, pero también muy grata ; en este nuevo espacio lo importante soy yo como persona, pero no en un afán individualista o egoísta es mas bien como tomar conciencia y responsabilidad de mi misma y mi papel ,es entender que no soy responsable de la felicidad de los demás, pero bueno estas son ideas que merecen su espacio propio , esta zona de confort es mas difícil de explicar que la anterior pero no menos importante y quizás si más desgastante y como la anterior , por muy cómodo que sea el sillón llega un momento que cansa que el solo estar ahí no es sano.

No son estas las únicas “zonas de confort” , que he podido vivir en mi existencia, pero si son las que mas recuerdos y mas huellas han dejado, buenas y malas, pero todas necesarias.

El tener la oportunidad de comparar estas dos zonas de confort, tan distintas al parecer, permite darnos cuenta que no hay una “zona de confort” única que estas son varias, transitorias y dependen de las necesidades y momentos que cada persona este viviendo y en lo personal es tiempo de construir el camino a una nueva, una que sea una combinación de las dos anteriores que he relatado.